《昙花》Parte I / 19.小说成了侦破口 La Novela Había Sido Un Gran Avance
Aquel perro en la novela de Ji Hui se llamaba A Guan. Era un pastor inglés de casta, grande, fuerte, muy masculino.
Sabía enrollarse con la gente, más sabía acariciar y chupar a la gente. Pero por sorpresa tenía un nombre exactamente igual que el mío. ¡Y no me imaginaba que en el libro de Ji Hui él era la dilección favorita de una madame llamada Hong! Ella tomaba a ¨A Guan¨ como su pareja por completo. Le arreglaba las uñas, le bañaba, le daba de comer, también le hablaba, intimaba con él...... ¡Al mismo tiempo, también se sometía a su abuso y bramido de cólera como si estuviera aguantando a un hombre! Decían en el libro que ella incluso dormía junto con él por las noches! Lo cual parecía una repetición entre él y ella de escenas de todos los matrimonios que vemos.
En la vida real de Ji Hui, también había tenido un perro. Hace unos años, en la época más cariñosa entre ella y yo, lo compré yo a un precio muy caro desde una tienda de mascotas. Sin embargo, ese perro que correspondía a Ji Hui y a mí era bastante flaco, pero muy listo. Sobre todo aquella cosa que tenía ese tipo abajo era súper gruesa. Ji Hui frunció las cejas cuando la vio por primera vez. Le puse un nombre como ¨Bill¨, nombre de un presidente estadounidense Clinton quien agradaba a todo el mundo. No obstante, este animal no tardó mucho en volverse delicado después de vivir con nosotros. ¡Vaya tristeza! Confío en el ánima de los perros. ¡Al pasar más tiempo, él tenía todo muy claro sobre la situación de nuestra relación! A la hora de comer, nunca se acercaba a mí ya que estaba consciente de que toda esa comida que se le daba no la había comprado yo. También sabía que de estas dos personas que vivían en este piso lujoso, aquella mujer era la dueña! En cambio, aquel hombre que siempre halagaba a la mujer era simplemente un sirviente forastero. Él había adivinado que yo existía por esa señorita Ji Hui tanto graciosa como hermosa. Lo que era peor, una vez cuando Ji Hui y yo estábamos ¨enrollándonos¨ en la cama, sin saber cómo, ese tipo vino adentro silenciosamente, encima empezó a llorar en cuclillas al lado de aquella casa donde yacíamos. De verdad me había dado un pánico enorme aquella vez. Hasta entonces nunca sabía antes que los perros también podrían llorar como humanos, incluso podrían llorar por una cosa así.
Hong en la novela de Ji Hui era una muchacha quien vino de Estados Unidos. Había regresado a China para conocer a algún amante suyo por recomendación. Resultó que era un hombre mayor calvo a sus sesenta años en vez del supuesto amante galán con ¨6 músculos abdominales¨ como él se describía a sí mismo.
¡Se partió de risa por esto! Un sueño concebido por las correspondencias se derrumbó al instante. Decidió quedarse en vez de marcharse después de echar a ese tipo. En eso, lo que Ji Hui pretendía contar a los lectores era: Cuán fuerte podría llegar a ser el efecto corrosivo que un sueño generaría en una mujer. Hong era rica, su padre tenía una granja en USA, y su familia correspondía a una escala social media-alta en Estados Unidos. Yo sabía que esta Hong a la que Ji Hui había dado vida encarnaba su mejor amiga Ma Li en la vida real. Hoy en día Ma Li ya dejaba de ser aquella ¨Hong¨ del libro desde hacía mucho tiempo, ella era la directora ejecutiva de una empresa multinacional. Pero Ma Li no había regresado desde USA sino venía del miserable campo de la provincia de Gansu. Su vida se inició desde ser admitida en esta famosa universidad en la costa del mar Donghai. Por luchar y por pagar sus estudios, ella fue a trabajar a tiempo parcial en ¨La Dinastía¨, con la manera de ¨Trabajo esmerado y estudios económicos¨, consiguió acumular suficiente dinero.
¡Luego Ma Li no pudo resistirse más y degeneró! Ella tenía un montón de alter egos masculinos millonarios.
Ji Hui me había relevado que: el primer hombre con quien se había acostado Ma Li era un japonés, se llamaba Yoshiki Sato. Él podía considerarse como un literato, era profesor de una universidad de medicina. Anteriormente era también un cliente frecuente de platino de la renombrada confluencia de diversión ¨La Dinastía¨. He visto sólo una vez al profesor Yoshiki Sato y sé que era proveniente de Hokkaidō de Japón. Cuando hablaba de su pueblo natal, lo igualaba con Chong´an de Donghai, quería decir que aquello era una isla como un oasis de paz. La gente que se acostumbra a vivir en las islas en esencia suele tener una sensación solitaria en el espíritu. Y este tipo de sensación solitaria era fácil de recordar tal contenido como erotismo a la gente. Me había dicho Ji Hui que, Yoshiki Sato aparte de dedicarse a la carrera medical, era también un sublime novelista de erotismo, cuyo estilo era similar al de Junichi Watanabe. Así que Ji Hui y Ma Li se fueron familiarizando con Yoshiki Sato poco a poco. Supongo que ella creó un nuevo personaje femenino víctima de la servidumbre, o sea, Hong, precisamente a base de estos materiales.
Continuo hablando de aquella Hong en el libro de Ji Hui.
En el libro, Hong aún no era la protagonista más impresionante. después de perder a su amante guapo, por fin conoció a un ¨hijo de un oficial¨ de un nivel ministerial y provincial. Ese descendiente de cuadros de alto cargo tampoco le había prometido matrimonio, desapareció sin ruido después de haberse divertido a tope con ella. ¡Pero ella se enamoró de aquel hombre de verdad! Sin embargo, el mismo la ignoraba. El hombre se enamoró de otra mujer al mudarse a otra ciudad. Para vengarse de aquel hombre, se coló otra vez a su lado ocultando su nombre, y consiguió cautivar a su hermano menor con su belleza. Todo esto atribuía a un complot y, por consiguiente, provocó un sangriento conflicto entre los dos.
Yo no había pensado que a Ji Hui, con un corazón tan débil, se le podría ocurrir una concepción literaria tan minucioso y vicisitudinario. Inesperadamente, la sangre y el asesinato constituían las líneas principales de estructura en sus novelas. Este tipo de argumentos convergentes de venganza asustaba a los lectores. Yo sabía también que el profesor Yoshiki Sato había relatado respectivamente en sus obras parte de sus experiencias ¨amorosas¨ con algunas chicas chinas. Lo cual seguramente contenía cierta ostentación de ser conquistador. Hay un dicho de sentido común: Todos los hombres japoneses son verdes. En el libro de Yoshiki Sato existe una explicación: Todo el mundo de etnia Yamato poseen un complejo del Apocalipsis, pero respetaban también mucho a la naturaleza humana. Lo ha explanado en mayor profundidad que, cualquier país desarrollado, cualquier nacionalidad que es muy suyo, siempre concede mucha importancia en la comunicación de contenidos mentales. He analizado a los japoneses antiguos, en el fondo siempre creían que eran superiores, que deberían ser los jefes. ¿Si Yoshiki Sato ha tomado a estas chicas como sus perras? De hecho, él mismo también era un perro corriendo aquí allá, había dejado una trayectoria de carrera muy marcada con ayuda de su amor y sus libros. ¿Sí o no?
En aquella incidencia de pelear con la Secretaria del Comité de la liga juvenil en la Uni, Ma Li era la única persona quien permanecía en el lado de Ji Hui, compartiendo los mismos pensamientos malignos con ella, y por lo que se convirtieron en mejores amigas.
---Para testificar el prototipo real de aquella ¨Hong¨ mencionada en el libro de Ji Hui, encontré una excusa y fui a entrevistar a este señor Yoshiki Sato.
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